Muchos tipos de fetiches se han convertido en la corriente dominante en los tiempos modernos

Desde la habitación sexual de Christian Grey hasta la adoración pública de Travis Barker por los pies de Kourtney K, muchos tipos de fetiches se han convertido en la corriente dominante en los tiempos modernos. Esto ayuda a eliminar los tabúes y estigmas asociados a lo que formalmente se consideraban extrañas manías sexuales, abriendo el mundo de los fetiches maravillosamente extraños para que más gente los descubra.

Independientemente de lo que te guste, la consideración número uno para todo tipo de fetiches y manías es el consentimiento explícito y entusiasta y una comunicación clara. Tus manías sexuales más extrañas pueden ser completamente diferentes a las de tu pareja, y eso está bien. Siempre hay cosas diferentes para cada persona.

Para navegar mejor por el mundo de los deseos sexuales nicho, sumérgete en nuestra guía sobre los distintos tipos de fetiches. Algunos te sonarán, otros te sorprenderán y otros incluso querrás explorarlos tú mismo...

1. Schediafilia/Ficticiofilia: sentir excitación sexual en respuesta a personajes de dibujos animados.

Debido a su naturaleza fantástica, los dibujos animados pueden despertar todo tipo de fetiches: no es raro que la gente desarrolle deseos sexuales por personajes animados de ficción.

De hecho, "hentai", una forma de anime pornográfico, fue el término de búsqueda más popular en Pornhub en 2021, superando tanto a "japonés" en todo el mundo como a "lesbiana" en Estados Unidos (dato curioso: nuestra FeelStar Reagan Foxx también es fan).

En Japón, la palabra hentai se utiliza para describir fetiches sexuales más 'raros', como la erótica de tentáculos. En Occidente, se utiliza indistintamente para referirse al contenido de anime para adultos, en todas las categorías.

2. Fetichismo por el caucho, el látex o el PVC

Si nunca ha oído hablar de ello, excitarse sexualmente con caucho o látex puede sonar un poco extraño. En realidad, los fetiches que se desarrollan a partir de estos materiales son muy comunes: hay comunidades enteras de "gomistas" que comparten sus intereses tanto en Internet como en persona, con eventos bien establecidos en lugares como el festival Wasteland de Ámsterdam y el mayor club fetichista de Europa, Torture Garden de Londres.

Este fetiche va mucho más allá del estereotipado traje de cojo y se adentra en diferentes ámbitos: a muchos les encanta la sensación del látex sobre la piel, así como sentirse "atados", mientras que otros se excitan sexualmente al ver el látex ceñido a la figura de otra persona (no hay más que ver a nuestra FeelStar vestida de goma, Lauren Phillips, en la foto).

3. Estigiofilia: excitación sexual por pensamientos de condenación.

Soy el dios del Fuego del Infierno y os traigo... ¡la estigiofilia! Las personas con estigiofilia se sienten atraídas por cualquier acto sexual que consideren pecaminoso o que pueda causar su condenación.

Puede parecer uno de los fetiches más extraños, pero si alguna vez te ha excitado el lenguaje sucio del tipo "he sido un niño/niña malo/a, necesito que me castiguen", entonces has disfrutado de una versión domesticada de la misma.

A algunos les excita la idea de ser condenados. Para otros, el calor y las llamas que rodean a los pecadores en el Infierno. Sea como sea, querrás tener a mano un disfraz de monja guarra.

4. Fetichismo por el nailon: fetichismo por todo lo relacionado con el nailon.

Es común encontrar nylon en un turn-on (basta con ver nuestra FeelStar Natalia Starr en sus medias negras), pero hay muchos niveles diferentes a este fetiche. Las personas con fetiches de nylon se excitan con pantimedias, medias, redes de pesca, y las sensaciones que aportan a la habitación.

Esto incluye a todos los géneros: para un hombre con vello en las piernas, puede proporcionarle una sensación de elegancia o crear una erótica sensación de constricción alrededor del pene. En el caso de las personas no binarias, los fetiches de nailon pueden ayudarles a sentirse mujeres, lo que conduce a la euforia de género. Muchos tipos de fetiches se solapan con la excitación por el nailon, desde el BDSM basado en el poder hasta el cosplay fantástico.

5. Estigmatofilia: sentirse sexualmente excitado por piercings o tatuajes.

A algunas personas les encantan los tatuajes y los piercings, otras explotan sexualmente por ellos. Conocida como estigmafilia, es uno de los tipos más populares de fetichismo, en el que las personas encuentran la tinta y el metal en otros (o en sus propios) cuerpos extremadamente excitantes.

Esto también se extiende a la escarificación y otras modificaciones corporales (¿sabías que nuestra FeelStar Leigh Raven, tatuada y con piercings, también tiene la lengua partida?) La pasión por el arte corporal puede deberse a que es una forma rebelde de autoexpresión, y aunque los piercings en pezones y genitales sirven como decoración, también pueden ayudar a la estimulación sexual de algunos.

6. Autoplushofilia: atracción sexual por imaginarse a uno mismo como un animal de peluche.

Aunque no seamos conscientes de ello, muchos tipos de fetiches tienen un origen similar: la infancia. Éste podría ser un vínculo más obvio: los peluches reconfortan a las personas en algún momento de su vida y el afecto se traslada a la edad adulta.

La autoplushofilia es una extensión de la plushofilia (atracción sexual por los animales de peluche). La diferencia con la autoplushofilia es que la excitación sexual deriva de imaginarse a uno mismo como un peluche, o animales antropomórficos como los que aparecen en los dibujos animados.

Aunque algunas personas relacionan la autoplushofilia con el fandom Furry, es importante señalar que menos del 1% de la comunidad se identifica como plushófilos.

7. Transformación: una excitación sexual para transformarse en cosas diferentes.

Esto está más o menos en el nombre. Las personas que tienen este fetiche disfrutan con las transformaciones -mentales, físicas o ambas- voluntarias o involuntarias.

Más difíciles de recrear en la vida real que otros tipos de fetiches, los entusiastas de las transformaciones a menudo escriben intrincadas historias en las que describen su transformación preferida, o recurren a los dibujos animados.

Cualquiera que se haya masturbado viendo porno de vampiros (incluso en películas para no adultos) o haya ansiado que un hombre lobo le embista puede que ya conozca las emociones del fenómeno de la transformación, pero el cielo es realmente el límite con este fetiche en constante fluctuación.

8. Sexo en grupo: obtener placer sexual con varias personas.

El sexo en grupo, que antes se consideraba una de las manías sexuales más extrañas (a pesar de ser una "cosa" desde hace siglos), se está convirtiendo en algo habitual. De hecho, "sexo en grupo" fue el tercer término más buscado en todo el mundo, según Pornhub en 2022.

Las búsquedas de "orgía" crecieron un 113%, mientras que las de "gangbang" aumentaron un 88%. Las mujeres son un 40% más propensas a ver vídeos de tríos que los hombres, y este contenido es también un 115% más popular entre los visitantes de la Generación Z (entre 18 y 24 años). Si te interesa triplicar la diversión sexual, nuestra guía sobre tríos puede ayudarte a orientarte mejor con la terminología, las conversaciones y las posturas sexuales en grupo.

9. Vorarefilia: el deseo erótico de ser consumido

Para los no iniciados, puede considerarse otro de tantos fetiches sexuales maravillosamente extraños, pero la vorarefilia es en realidad muy popular. Consiste en el deseo erótico de ser consumido, normalmente por una mujer gigante u otros individuos gigantes, pero a veces también por un animal (como una serpiente enorme o un monstruo).

La mayoría de los "vore" implican ser comido vivo y luego tener la experiencia de deslizarse dentro del cuerpo de alguien y luchar contra lo inevitable. Al igual que los fetiches de transformación y el porno de tentáculos, el vore ha encontrado un nuevo hogar en Internet, donde personas con ideas afines pueden reunirse y celebrar deseos más grandes que la vida.

Si te gustan las gigantas, nuestra FeelStar Molly Stewart puede que no mida 1,80 m, pero mide 1,80 m y le encanta dominar.

10. Titilagnia: excitación sexual por las cosquillas.

No es uno de los fetiches más locos, pero la titilagnia es otro fetiche que ha encontrado un hogar en Internet. ¿En qué consiste? En pocas palabras, la excitación sexual asociada a hacer cosquillas a alguien o a que te hagan cosquillas.

Este fetiche está muy relacionado con el movimiento BDSM. El juego de las cosquillas (como se conoce en la comunidad BDSM) suele consistir en que una persona actúa como "cosquilleador" mientras que el "cosquilleador" es tentado y provocado con los dedos o una pluma de su pareja.

11. Katoptronofilia: fetichismo por realizar actos sexuales delante de espejos.

Si alguna vez te has visto teniendo sexo en tu reflejo, o te has masturbado frente a un espejo, es posible que hayas sentido la emoción de este popular fetiche. Lo importante aquí es la mirada.

Alguien con katoptronofilia no se limita a tener un espejo en la habitación, sino que se mira activamente en él, contemplándose a sí mismo durante el acto. Algunos pueden llamar a esto vanidoso, nosotros lo llamamos caliente como el infierno - y estamos consiguiendo un espejo de techo instalado pronto

12. Sploshing: excitación sexual al ser asfixiado en una sustancia particular.

¿Quién dijo que no se debe jugar con la comida? Si hablamos de fetiches conocidos y maravillosamente extraños, el sploshing o WAM (Wet And Messy fetish, fetiche húmedo y sucio) es un fetiche en el que los entusiastas se excitan al ser asfixiados, cubiertos o salpicados con una sustancia concreta.

La sustancia más comúnmente elegida para el sploshing es la comida: las diversas sensaciones táctiles que pueden proporcionar los diferentes alimentos atraen especialmente a los que sploshan, al igual que la despreocupación de cubrirse completamente de sustancias que normalmente se reservan para el plato de la cena.

13. El juego de la cuerda: una antigua forma de arte y fetiche erótico

Puede que hayas oído hablar de las ataduras en el BDSM, pero el juego con cuerdas es otro nivel de atar las cosas por completo. Conocido como "shibari" en la cultura japonesa, no es principalmente un acto sexual, sino más bien una forma de arte meditativo.

Pero eso no quiere decir que no llegue a ser erótico, así que tiene su lugar en el mundo fetichista. A muchas personas que disfrutan jugando con cuerdas les encanta la sensación de estar atado y, a veces, suspendido en el aire. Ni que decir tiene que aprender las cuerdas de este hermoso bondage es vital, porque utilizar la cuerda equivocada puede ser fatal.

14. Nasolingus: excitación sexual ligada a lamerse o chuparse la nariz.

Siguiendo con los descubrimientos de fetiches fascinantemente extraños, el nasolingus es la excitación sexual ligada a lamer o chupar la nariz. Puede tratarse de dar o recibir, y en ocasiones puede incluir el consumo de mucosidades y otras secreciones nasales de la pareja.

Una vez más, este fetiche puede estar relacionado con la sensación física que provoca la estimulación de la nariz. A otros les interesa específicamente la mucosidad en sí. El BDSM también puede incorporarse al nasolingus, en el que, de nuevo, se "obliga" a alguien a experimentar la acción de forma consentida. Es una vida dura para el fetichista dispuesto.

15. Formicofilia: sentir excitación sexual ante insectos que se arrastran por el cuerpo.

Quizás uno de los fetiches más raros y lo que algunos pueden considerar extraño (aquí no se avergonzarán de nada), las personas con formicofilia sienten excitación sexual al tener pequeñas criaturas o insectos que se arrastran por el cuerpo, especialmente en zonas como los genitales, la zona perianal o los pezones.

Existen muchos tipos dentro de este fetiche, debido a que cada persona busca sensaciones diferentes. Algunos disfrutan con la sensación de insectos como hormigas arrastrándose por la piel y el cosquilleo que les produce. A otros les gusta que las criaturas de su elección les pellizquen, les piquen e incluso les muerdan.

Por último, hay personas que se excitan con la sensación viscosa de babosas o caracoles sobre su piel. Dado que este fetiche implica criaturas vivas, hay que tener especial cuidado con la seguridad del animal.

16. Maschalagnia - un fetiche sexual por las axilas.

Ligada a las cosquillas, las caricias, los olores o simplemente los besos, la maschalagnia es un fetiche sexual por las axilas. A veces asociada al olor natural de las axilas, la maschalagnia también puede conducir al axilismo (también conocido como coito axilar), que ofrece a los aficionados una forma más apasionada de explorar sus deseos con parejas dispuestas.

La maschalagnia se popularizó en 2012, cuando Kristen Stewart declaró que ella y su entonces novio, Robert Pattinson, compartían este fetiche. En declaraciones a Vogue, Stewart confesó: Me encanta cómo huele. Y él a mí. Le encanta lamerme las axilas. No entiendo esa obsesión por quitarse el olor. Ese olor de alguien a quien amas. ¿No crees que es el punto?'

17. Juego de escenas: representar papeles sexuales específicos en escenas de fantasía.

Hay muchos tipos de fetiches y manías que pueden englobarse en el juego de escenas. Son muy comunes en el porno, desde la enfermera traviesa hasta el ama de casa cachonda que desea sexo con su vecino.

Muchas personas de la comunidad BDSM también centran sus actividades pervertidas en una "escena". Estas historias planeadas de antemano pueden discutirse con la pareja, y luego cada uno se compromete a desempeñar un papel durante los preliminares o el sexo. Por ejemplo, uno de los dos puede fingir ser un alumno problemático, mientras que el otro interpreta a un profesor castigador.

18. Eproctofilia: sentir excitación sexual por las flatulencias.

También conocido como fetichismo por las flatulencias, las personas con eproctofilia sienten una excitación sexual cuando se les saltan las babas. Para muchos, es uno de los fetiches sexuales más extraños, porque mucha gente se avergonzaría si tuviera gases en plena pasión.

Para muchos entusiastas, éste es precisamente el nivel subyacente de tabú que resulta emocionante romper. Para algunos, lo más importante son las sensaciones: el olor y el sonido de la respiración. Igualmente, pillar a alguien mientras intenta pasar el viento sigilosamente puede provocar cierto grado de excitación.

Es algo que ocurre en privado, por lo que los fetichistas de la flatulencia lo ven como algo especial e íntimo, un vistazo a un mundo secreto. Además, por supuesto, hay un nivel de BDSM, ya que algunos pueden jugar a verse "obligados" a que alguien se tire un pedo en la cara. Alubias cocidas listas.

19. Voyeurismo consentido: excitación sexual por observar a otros.

Cualquiera que haya visto Voyeur, de Netflix, sabrá que no todo el voyeurismo -es decir, la práctica de obtener placer sexual observando a otros desnudos o en plena actividad sexual- es consentido.

Pero, con el consentimiento entusiasta de la pareja, el voyeurismo puede disfrutarse como una pequeña perversión o como parte de muchos tipos de fetiches. Por ejemplo, puedes disfrutar viendo cómo se masturba el otro, o incluso aceptar un juego de rol en el que el voyeur observa a su pareja, que a su vez finge ignorancia, fingiendo que no sabe que le están observando.

Para jugar en solitario, el porno es el voyeurismo definitivo (aunque puedes hacer que parezca que estás participando con tecnología sexual interactiva y FeelMe AI).

20. Coulrofilia: atracción sexual por payasos, mimos y bufones.

¡Toca la bocina si estás cachondo! Puede que la película It haya hecho que algunos de nosotros nos escondamos bajo las sábanas aterrorizados, pero otros se metieron bajo las sábanas por otra razón: la coulrofilia es una atracción sexual por payasos, mimos y bufones.

Antes de que lo consideres uno de los sorprendentes y extraños fetiches, por ahí considera esto: Harley Quinn. Los amantes de los cómics y los fans de Margot Robbie se verían en apuros para evitar los avances de esta chica payaso - y la prueba está en las búsquedas porno.

Harley Quinn y el Joker llevan años siendo algunos de los personajes de ficción más buscados en contenidos para adultos.